Esta iniciativa ha sido creada por To be or not to be y tratará de crear un relato que contenga la palabra que ha sido decidida. Se decidirá durante la semana y la ganadora se anunciará el Viernes.
Miré de nuevo a la extraña joven que se había sentado a mi lado en el bar y que me había hablado. Era rubia, muy delgada y con unos impresionantes ojos azul oscuro que me miraban intensamente. Algo de ella me expresaba que me alejara, que alguien que estaba envuelto en ese halo de misterio no me podía hacer nada bueno. Aún así la pregunté a qué se refería con que ayer había desaprovechado la mayor oportunidad de mi vida. Recuerdo que ayer por la tarde me había quedado en casa jugando con el móvil porque no me apetecía salir a la calle, y menos mal que lo hice porque cayó el diluvio universal.
- Antes de comenzar, me tienes que prometer que en ningún momento me preguntarás quién soy. Es muy importante que te comprometas.No sabía bien a qué venía tanto compromiso, pero se lo juré a pesar de que para mí las promesas que se hacen a un desconocido no valen nada. Aquella joven empezó a explicarme que para hacer más creíbles sus argumentos tendría que coger el amuleto que tenía colgado en el cuello junto a ella y cerrar los ojos. Me fije en él y me recordó a una moneda antigua de las que exponen en los museos y con cuidado la cogí.
De repente sentí un cosquilleo en el estómago y abrí los ojos. Lo que no me esperaba era encontrarme en mi salón llevando la misma ropa que me puse ayer, aunque notaba algo diferente. ¿Qué sería? ¿Cómo y por qué me encontraba aquí? ¿Es que había viajado al pasado?
- Seguro que te estás preguntando qué hacemos aquí y por qué notas algo diferente en esta escena de ayer. Porque ya sabrás que estamos en el pasado, ¿no?- preguntó y comenzó a dar vueltas por la habitación.- Bien de momento más nos vale no adelantar acontecimientos. Bueno, según los dos sabemos, la tarde de ayer te la pasaste jugando con ese dichoso cacharro. Ahora bien, ¿nunca te has preguntado qué habría pasado si, en un momento cualquiera, en vez de hacer lo que más te apetecía haber hecho lo que debías? Porque también los dos sabemos que a principios del año te comprometiste salir a correr una hora diaria, pero ayer en vez de cumplir con tu promesa jugaste con el móvil. Ah y antes de que me lo preguntes, no nos encontramos en la vida real, esto es una escena creada por mí- la miré extrañado y ella suspiró.
- No sé que decirla señorita... yo no me dedico a mirar el pasado porque como dice la propia palabra ya ha pasado. Aunque quisiésemos no podríamos enmendarlo, al contrario que el presente o el futuro y, por eso, siempre ofrezco más interés a estas dos opciones.
- Una pena muchacho, una pena- ¿me acababa de llamar muchacho? ¡Si parezco más mayor que ella! La fulminé con la mirada, pero ella pareció no darse cuenta y continuo.- ¿Y si te contara que de haber salido ayer te hubieras encontrado con el amor de tu vida? Miremos el mundo desde la versión de que tú sales de casa.Entonces, sentí como si algo tirara de mí y me obligara a salir de casa corriendo. Continúe con esa marcha por las calles junto a la extraña a pesar de que las nubes se están arremolinando sobre nuestras cabezas. Como me temía, comenzó a caer el diluvio universal y los dos no tenemos otra opción que meternos en la cafetería más cercana. Era la primera vez que entraba, pero me enamoré de ella al instante. Me recuerda a la casita del árbol que cree junto a mi padre cuando tenía 10 años. Esos suelos de madera oscura y esos sillones rojos...
- La que esta cayendo ahí fuera, ¿verdad?- una voz cantarina me saco de mi ensimismamiento. Miré de de donde procedía y vi a una joven de cabellos castaños sonriéndome detrás de la barra.- ¿Quiere tomar algo?
- Buenas tardes, si pudiera prepararme algo calentito le daría las gracias. Con la lluvia me he quedado helado- dije sentándose en una silla frente a la joven.
- Marchando un chocolate calentito para el señor... ¿cómo se llama? Siento por mi indiscreción, pero como veo que la lluvia no amaina y no lleva paraguas creo que vamos a pasar la tarde charlando. Me llamo María, pero mis amigos y los clientes majos me llaman Meri.- me volvió a sonreír y me sorprendí sonriendola también.Sin darme cuenta me pasé toda la tarde hablando con Meri de todo lo que se nos ocurría. Aunque nos acabáramos de conocer sentí como si pudiera contarle todo lo que me reconcomía. Cuando me di cuenta de lo tarde que era ya habían pasado horas desde que la lluvia había parado. Al llegar el momento de despedirse yo no quería que todo lo que había pasado se quedara en el olvido y no volviera a verla jamás, por eso, me prometí que en cuanto volviera a la realidad iría a esta cafetería. Como si la extraña me leyera la mente comenzó con la cabeza a negar algo y entonces dijo algo que me destrozó:
- Ese es el problema Bruno, que no la vas a volver a ver. Ayer María salió antes del trabajo y sufrió un accidente de coche. Ha fallecido Bruno, lo siento- a la extraña se le ensombreció la cara al contarme esto. Mis rodillas flojearon y caí al suelo con los ojos hinchados y húmedos. Habíamos vuelto a la realidad, pero no quería enfrentarme a ella. No tenía fuerzas después de lo que me había contado.- Sé que no debería contarte esto, pero lo tengo que hacer: hay una forma de que la vuelvas a ver y es viajando al pasado. Para ello me tienes que prometer una cosa de nuevo y es que no dejarás de que algo te quite la vida. No vale la pena vivir una vida donde te dejas controlar. Prométemelo.En aquel momento me di cuenta que todo el tiempo que había perdido. Ya no era solo el móvil o el ordenador los causantes de lo que acababa de perder sino también de todo aquello que quitaba tiempo de ser feliz. Las propias preocupaciones o mi estúpida manera de planificar todo me quitaban tiempo. Ahora comprendía el verdadero significado de vivir al máximo el momento.
- Quiero volver a vivir el día de ayer, quiero volver a conocerla y poder vivir una vida junto a ella. No volveré a dejar que algo me quite mi vida. Haz lo que tengas que hacer, por favor.
* * *
Hi thereeeeeee! Ojo lo que me gusta decir eso ^_^Siento que la semana pasada no subiera nada, pero estuve muy ocupada y no se me ocurría ninguna idea para escribir.
Como veis el relato de hoy trata de la tecnología y como a veces nos quita nuestra vida social. Esta idea se me ha ocurrido gracias al video que os voy dejar más abajo y que cambio mucho mi forma de mirar a estos cacharros. Os recomiendo verlo porque te deja pensando.
¿Os ha gustado el relato? ¿Habéis visto el video? ¿Qué os ha parecido?
Muy buena historia. Es verdad, que la sociedad actual está demasiado unida a la tecnología y en lugar de ayudar a mejorarla lo que está haciendo es entorpecer otros aspectos de la vida
ResponderEliminarMil besos^^
Qué bonito.
ResponderEliminarUn beso, nos leemos <3.