Cada vez me aprieta más

Cada vez me aprieta más.
La soga del cuello me oprime de todos los problemas que contengo.

Cada vez me aprieta más. Sin respiración.
El corte de sentimientos positivos por el aumento de la angustia me lleva al mundo de las sombras. En mi interior solo existe oscuridad que poco a poco va absorbiendo cada una de mis luces.

Cada vez me aprieta más. Sin respiración. Sonrisas rotas.
Sentimientos que me degollan, que me dejan frágil a la intemperie de las sombras.

Cada vez me aprieta más. Sin respiración. Sonrisas rotas. Mariposas muertas que crean una paradoja, dos sentimientos.
Y al final tú. Aquel que podrías sacarme sonrisas. Aquel que podrías sacarme de este pozo. Aquel que no existe.

Cada vez me aprieta más. Sin respiración. Sonrisas rotas. Mariposas muertas que crean una paradoja, dos sentimientos.

Antes de que os volváis locos os tengo que decir de dónde viene este texto. Muchas veces cuando estoy en el autobús pensado en mis cosas se me ocurren relatos, personajes o, como arriba, sensaciones. A veces son causadas por emociones muy intensas (angustia, felicidad, enfado) o simplemente cuando miro el paisaje.

Este texto, como imaginaréis, viene de la angustia que sentí una vez, aunque lo he exagerado un poco (parece como si me quisiese suicidar). Llevo varias semanas bastante deprimida por ciertos asuntos personales y, por eso y porque estoy hasta arriba de exámenes, no he subido estos días ninguna entrada estos días. Ya más o menos se me está pasando y espero que estos días pueda seguir con el ritmo de siempre.