Reseña: La gramática del amor

Título: La gramática del amor

Autora: Rocío Carmona

Editorial: La Galera

Saga: -

ISBN: 978-84-246-4794-0

Película: -

Serie: -

La gramática del amor.

Se estudia con el corazón, pero solo hay una manera de aprobar el examen: vivir.

Tras el divorcio de sus padres, Irene es enviada a un internado del sur de Inglaterra al borde de un acantilado. Allí vivirá con gran dolor su primer desengaño amoroso, a la vez que ganará un inesperado mentor: Peter Hugues, el profesor más estricto de la escuela, se ofrece a enseñarle la <<gramática del amor>> a través de siete grandes novelas del género, desde Goethe y Jane Austen hasta García Márquez y Murakami. Irene se irá enamorando poco a poco de su profesor, mientras otro pretendiente misterioso aspira secretamente a su corazón.

La gramática del amor es un libro autoconclusivo escrito por Rocío Carmona y ha sido una novela que he devorado en dos tardes.  Si os soy sincera no me esperaba gran cosa de él, pero cuando lo terminé me dejó una gran sonrisa en la boca.

Este libro lo tuve que leer porque era uno de los libros que podías leerte para hacer un examen para subir nota en Lengua y, si no hubiera sido por esto, seguramente no lo habría leído nunca. Sí, he escuchado muy buenas críticas de él y es considerado uno de los favoritos de mi profesora, pero nunca me había llamado la atención. Es más, ofrecían dos libros para presentarte en el examen y yo elegí el otro -Donde surgen las sombras de David Lozano, próximamente reseña- y lo hice con ese. Entonces, ¿por qué leíste La gramática del amor? De esto tienen la culpa mis amigas que, al terminarlo, me  lo recomendaron que lo leyese porque se había convertido en su favorito forever and ever. Al final me dejé engatusar y me ha encantado (creo que de ahora en adelante haré más caso a mis amigas, ejem NO).

La forma de escribir de Rocío Carmona es muy original y que me encandiló desde un principio. No puedo decir que en un principio me enganché porque sería una gran mentira, sino que hasta tres cuartas de la mitad no lo conseguí. Sí, la historia es bonita y muy sencillita, pero también me encontré con bastantes clichés que no me gustaron demasiado. De todos modos me ha encantado su idea de las clases de <<la gramática del amor>> porque he conseguido ver diferentes perspectivas de este sentimiento.

Así abrazados entraron en el puerto, y fue entonces cuando Irene sintió que había comprendido algo trascendental. Casi no se dio cuenta de que pensaba en voz alta cuando dijo, como si acabara de experimentar una epifanía:

-Lo importante para un navegante del amor es tener claro en qué puerto quiere desembarcar.

(…)

Irene es una chica de dieciséis años que, por el divorcio de sus padres, tiene que irse a un internado. En él sufre su primer desengaño amoroso y decide salirse de clase corriendo. Su profesor de gramática al ver que se dirige al acantilado piensa que se va a suicidar y, cuando consigue atraparla y descubrir que ha sido un error, decide castigarla por haber salido de clase sin permiso. Lo que Irene no sabrá es que su castigo es muy diferente a los normales: ella asistirá a un curso personal de <<la gramática del amor>> impartida por Peter Hugues y tendrá que practicar para una maratón.

Irene  es la protagonista de La gramática del amor y, si os soy sincera, no he conseguido conectar con ella. La verdad es que muchas veces me enfadaba muchísimo con su aptitud: se tomaba muy a la tremenda su desengaño amoroso. Por otro lado me han encantado sus reflexiones sobre el amor.

A menudo basta con saber que has sido elegida para que te enamores de la persona que te encuentra especial. ¿No será el primer amor la sorpresa de alguien, entre la multitud, te señale justamente a ti? Quizás por eso es tan emocionante.

Una de los puntos que me tienen con los sentimientos encontrados es el amor. La verdad es que en un comienzo no me gustó demasiado porque no me convenció. Había demasiado líos y la mitad se sabían a donde iban a parar y no me gustó nada. Ahora bien, me ha encantado con quien se ha quedado Irene.

Sin dudas el final me ha encantado, más bien el epílogo. La verdad es que es perfecto y solo de recordarlo suspiro. Tenían razón mis amigas, la escena del final es la mejor escena de todo el libro.

Como conclusión: La gramática del amor es un libro que leí con muy pocas expectativas y que me ha acabado encantando. A pesar de que la protagonista me traía de pelos (?) me han encantado sus reflexiones que quedarán enmarcadas en cada sitio que encuentre.

- Aprendí que cuando te mueres por los huesos de alguien y no vas a ser correspondido, el mejor favor que te pueden hacer es darte con la puerta en las narices. Nada duele más en estos casos que un poco de compasión, porque con la esperanza se abre una herida que no deja de supurar.